Un mal control de la glucemia puede derivar en Síndrome del Pie Diabético, con pérdida de la sensibilidad y ralentización de la cicatrización.
El Síndrome del Pie Diabético es una patología que aparece en los pacientes con diabetes como consecuencia de un mal control de las glucemias, o de mucho tiempo de evolución de la enfermedad.
Los nervios más periféricos del cuerpo se van afectando. El resultado es una pérdida progresiva de la sensibilidad.
La evolución es la llamada «en calcetín´´, es decir, la falta de sensibilidad comienza en la parte más lejana del cuerpo, el dedo gordo del pie, y con el tiempo va cubriendo todo el antepié hasta llegar al tobillo. Es una disminución de la sensibilidad que afecta a los dos pies por igual, de forma simétrica.
Así mismo, se van viendo afectados los vasos más distales del cuerpo, los más lejanos al corazón.
Primero los capilares del pie, y de forma creciente los pequeños vasos, hasta llegar a los de mayor calibre. Un mal control de la Diabetes va afectando a las paredes de las arterias, debilitando la capacidad de cicatrización.
La consecuencia de todos estos daños a nivel interno es la ulceración, con posibles infecciones óseas que pueden acabar derivando en amputaciones si no se trata de forma adecuada y a tiempo.
El dolor es la voz de alarma que usa nuestro cuerpo para avisarnos de que algo va mal. Cuando esta voz de alarma no suena, puesto que hay una insensibilidad, no nos damos cuenta de que existe un problema, y no le ponemos solución. De esta manera una pequeña rozadura puede evolucionar hasta convertirse en una úlcera de difícil cicatrización, puede infectarse y llegar a afectar al hueso, e incluso llegar a necesitar de una amputación como única solución al problema.
La principal arma de que disponemos es la prevención. Los pacientes Diabéticos deben someterse a pruebas de screening anuales para valorar el estado de su sensibilidad, así como acostumbrarse a una serie de pautas higiénico-sanitarias como acudir a podólogo para realizar el corte de uñas e hidratarse los pies de forma diaria.
Cuando la úlcera ya está instaurada existen algunas terapias, como la Medicina Hiperbárica, que pueden ayudar a los cuidados del podólogo a acelerar la cicatrización.
Más información: www.niddk.nih.gov; www.fundaciondiabetes.org